Sí, Caixabank, entidad propietaria de la villa histórica ubicada en María Lombillo 1 desde 2019, por fin ha dado la cara.
Fue el pasado jueves, cuando se acercaban a «Villa Catalina» (últimamente también conocida como «Villa Menchu») miembros de CaixaBank junto a la Policía Nacional y un juez. Con ellos, se procedía a realizar un cambio de cerradura e instalar una alarma en la propiedad privada adquirida por este banco tras un embargo. Tras esta iniciativa de securización, ha sido normal ver a miembros de seguridad privada paseando por dentro y fuera del inmueble.
Fueron los constantes intentos de okupación de los últimos meses y la lentitud en las reacciones por parte de propietarios y del Ayuntamiento, lo que causaba mayor frustración entre los vecinos del Barrio Salvador, que demandaban vivir tranquilos, y entre los seguidores de la prácticamente desaparecida «Ciudad Lineal» de Arturo Soria, que sueñan con un futuro mejor para este superviviente arquitectónico que tiene bastante poco claro su futuro.
La mala noticia tras este breve respiro es que parece que existirá una subasta por parte de CaixaBank este mismo año, y eso, antes de que el Ayuntamiento integre el inmueble oficialmente en el catálogo de elementos protegidos del Ayuntamiento, hace temblar a cualquiera.
Esperamos que todo siga su curso y que esta no se convierta en la crónica de otra muerte anunciada como la de nuestra querida y añorada pagoda de Miguel Fisac, que ya casi nadie recuerda.
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