Quinta de los Molinos: no hay almendros sin almendras

almendras quinta de los molinos

Primer puente de Mayo. Suena un tímido clarinete a lo lejos en uno de los caminos hacia la calle Alcalá. Somos 10, quizás 15 los que paseamos por la Quinta de los Molinos. Un lujo poco frecuente en Madrid.

Este año la flor de los almendros nos decía adiós algo más pronto de lo habitual y el Barrio Salvador regresaba a su habitual calma, sin selfies subidos a las ramas de los árboles con más historia de nuestras calles. Muchos lo prefieren así.

Las tierras están desaliñadas, eso sí, un nuevo tratamiento de aireación pretende poner remedio al mal estado del terreno. Es un paisaje diferente.

Los almendros han recuperado su poco atractivo estado tras el manto de flores y ahora se llenan de almendras, todavía verdes. Dicen los expertos que no estarán maduras hasta 9 meses después del comienzo de la floración.

almendras en los almendros

Nuevos almendros han sido plantados por todo el terreno. La Quinta de los Molinos quiere seguir siendo la más blanca y rosa cada año y parece que al Ayuntamiento, esto le parece bien.

nuevos almendros quinta de los molinos

Somos testigos de un nuevo espectáculo, como el de cada cambio de estación o temporada. La naturaleza de la Quinta de los Molinos, como siempre, no deja de sorprendernos.

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