La finca de María Lombillo 9 se prepara para nuevas obras y, si la demolición de una de las últimas reliquias arquitectónicas de esta calle con historia no había sido suficiente, ayer mismo presenciábamos cómo el histórico muro, forja y arbolado de la finca, también desaparecían para siempre.
Por un momento quisimos pensar que los posibles nuevos propietarios mantendrían el romanticismo del cercado y su naturaleza interior, pero mucho nos duele comprobar que no.
Este es el antes y el después de la finca, por el momento que será destinada a una ampliación del colegio Brains:Cada vez son menos las villas obreras y con historia que sobreviven en esta calle, solo esperamos que resistan mucho tiempo más y nos dejen disfrutar así de su encanto. #nohaydolor
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