Según un informe sobre las tendencias del mercado inmobiliario realizado por PwC y ULI, que considera elementos como el entorno empresarial, el crecimiento económico, los costes financieros y la estabilidad política para definir las 30 ciudades europeas más interesantes para invertir en inmuebles, Madrid se encuentra en cuarta posición, mientras que Barcelona desciende a la número 27.
Madrid, que en 2018 ocupaba la posición número 5, se considera la cuarta ciudad más atractiva de Europa para invertir en inmuebles, un indicador de la buena salud económica de nuestra ciudad. Lidera el ranking Lisboa, que ha escalado diez puestos, junto a Berlín y Dublín.
Las exportaciones de las empresas de Madrid tienen su reflejo en la buena situación económica en la que se encuentra la ciudad. Para 2018 el crecimiento estimado del PIB es del 2,9%, medio punto superior al nacional y muy por encima del de los países de la Eurozona (2,1%). A esto se une un crecimiento de la población, en torno a 80.000 personas en los últimos tres años, invirtiendo la tendencia de los anteriores. Sólo en el último año la población extranjera ha aumentado un 7%.
Este entorno económico dinámico pero estable ha generado un clima de confianza empresarial que ha llevado a la creación, sólo en el último año, de 14.506 sociedades, un 7,7% más que en 2017. De las 2.000 principales empresas extranjeras establecidas en España, Madrid es sede del 72%.
Todo ello ha contribuido a activar la creación de empleo, alcanzando en diciembre de 2018 la cifra de afiliación a la Seguridad Social más alta de la serie histórica (1.994.578 personas afiliadas). En los tres últimos se han creado 191.894 puestos de trabajo. Y los datos del paro registrado en Madrid (SEPE) mostraban una caída del 7,7% en enero de 2019 respecto al mismo mes del año pasado, la cifra más baja de un mes de enero de los últimos once años. La tasa de paro se sitúa en el 11,4% de la población activa, tres puntos por debajo del conjunto de España (14,4%). En los tres últimos años la tasa de paro se ha reducido en cinco puntos.
Según este informe, se trata de una ciudad barata para las compañías, «pero faltan infraestructuras. Por ejemplo, una oferta de vivienda en alquiler donde puedan vivir sus empleados».
Junto con Barcelona, han caído en el ranking las ciudades británicas, como Birmingham, Manchester, Edimburgo y Londres, que se sitúa en el puesto 29 por la incertidumbre generada por el Brexit. Roma, por la tensión política, ha bajado al puesto 28, y Milán ha caído hasta el 20.
La debilidad de Barcelona ha hecho subir a otras ciudades como Valencia, Málaga, Sevilla y Bilbao como destino de inversiones inmobiliarias. Para el conjunto de España, los inversores valoran que la economía está creciendo por encima de la media europea y que la recuperación económica empezó mas tarde, por lo que el ciclo tiene más recorrido.