Un 85% de los repartidores de Correos de Madrid participaban en la huelga del pasado jueves para mostrar su rechazo a las condiciones de trabajo impuestas por Correos en una época en la que hay muchos más envíos que antes pero no más trabajadores.
El Sindicato Independiente Profesional de Correos y Telégrafos (SIPcte), ha denunciado en dos ocasiones esta práctica ante la Fiscalía en la que ve “indicios de delito” indicando que los responsables de la empresa retienen la correspondencia postal de los destinatarios de manera ilegal y prioriza los pedidos de Amazon a los ordinarios provocando, además, que los trabajadores afronten jornadas laborales exhaustivas y obviando la obligación de Correos de cumplir con un servicio público que facilite a los ciudadanos la recepción de su correo ordinario.
El servicio especializado de paquetería, acusa que las tareas a ejercer son prácticamente irrealizables debido a los intensos ritmos de trabajo impuestos.
