En caso de retraso, cancelación o pérdida de maletas en tus viajes en avión, tren o barco, te recordamos tus derechos para que tengas a mano la información oportuna para poder reclamar:
- En el caso de huelgas en los aeropuertos, una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea indica que no se consideran «causas de fuerza mayor», por lo que la compañía no puede negarse a la indemnización a los pasajeros. Conoce tus derechos si se cancela tu vuelo, se retrasa o sufre overbooking por esta causa en este enlace.
- En el caso de cancelación de un vuelo por otras causas diferentes a las de una huelga, conoce tus derechos en este enlace.
- En general, para cualquier incidencia con tu vuelo, puedes solicitar una hoja de reclamaciones en el mostrador de la compañía aérea, cumplimentarla y presentarla allí, además de presentar una queja en la Oficina Municipal de Información al Consumidor más cercana a tu domicilio o en la Dirección General de Comercio y Consumo. Si la compañía aérea que corresponda no responde o no lo hace conforme a lo esperado, puedes reclamar también ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
- Si has tenido un problema con los servicios aeroportuarios en España, puedes dirigirte a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Para más información, visita las preguntas frecuentes de AESA respecto a los derechos de los pasajeros aéreos.
- En caso de huelga de trenes y cancelación del servicio por esta causa, la compañía tiene la obligación de reubicarte en otro tren o reembolsarte el billete.
- Para los retrasos de tu vuelo, viaje en tren o barco, conoce tus derechos en este enlace.
- En el caso de que se pierdan tus maletas o te las entreguen con daños o pérdidas, conoce tus derechos en esta página.
En cualquiera de los casos anteriores, guarda toda la documentación que recibas, no solo del viaje, sino también de gastos relativos al incidente, por ejemplo, tickets o facturas de alojamiento, ropa (por pérdida de maletas) o comida (por retraso o cancelación de tu viaje).
Es probable que tu seguro de hogar, de vida o incluso la tarjeta bancaria con la que hayas pagado tu viaje, también incluya cobertura en los casos anteriores e incluso servicios de reclamación por daños. No te olvides de revisar tus contratos antes de viajar para conocer todas tus opciones al respecto.