Desde junio de 2022 y con una duración de ocho años consecutivos, la ciudad de Madrid contará con patrullas antigraffitis, dedicadas a retirar pintadas «vandálicas» de cualquier consideración.
Se trata de un nuevo servicio incluido en el contrato de gestión del servicio público de limpieza urgente (SELUR) que, entre otros servicios de limpieza especiales, incluye equipos especializados para la limpieza de graffitis.
Actualmente, la limpieza de graffitis se realiza con una plantilla común para todos los servicios, atendiendo a las necesidades del día y bajo la planificación de la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos. El SELUR solo actúa ahora cuando hay que eliminar pintadas alusivas, amenazantes o de alarma social contra personas e instituciones. Sin embargo, las nuevas patrullas, formadas por 51 operarios, se crearán para intensificar la eliminación de estas pintadas de una forma homogénea, sea cual sea su temática y sobre un mayor abanico de materiales vandalizados.
Otra de las novedades que trae el nuevo contrato de limpieza es que se podrán retirar las pintadas sobre superficies metálicas, metracrilatos y de plástico, que ahora no se cubren por parte de los servicios municipales. Estas patrullas actuarán en diferentes zonas con vehículos y equipos específicos.
La totalidad de los avisos ciudadanos relacionados con pintadas por cualquier canal de atención al ciudadano serán atendidos por el SELUR, quien informará al usuario de la fecha en la que se procederá a la eliminación del grafiti una vez recibido el aviso, eliminación que se ejecutará en un plazo máximo de dos meses. En el caso de pintadas de grafitis alusivas, el concesionario deberá proceder a su eliminación en menos de tres horas.
En 2021 se interpusieron 185 denuncias por la realización de graffitis. Las sanciones se rigen por el artículo 20 de la ley 3/2007 de Medidas Urgentes de Modernización del Gobierno y la Administración de la Comunidad de Madrid. En diciembre de 2019, el Gobierno municipal endureció los importes por esta infracción, atendiendo a los márgenes que permitía la legislación. En el caso de las pintadas sobre los cierres comerciales o elementos asociados a actividades económicas se elevó el importe a pagar de 500 a 1.000 euros, sobre mobiliario urbano, muretes o pilares y puertas, de 300 a 600 euros y en edificios emblemáticos, las multas por pintadas de menos de un palmo ascienden a 2.000 euros y, de más de un palmo, a 3.000 euros.